A la una anda la mula. Se trata de una modalidad de las apandadas con movimiento. Se marca una línea en el suelo. Un jugador elegido a suertes sitúa sus pies aproximadamente a medio metro de la línea y se ahínca apoyando las manos en las rodillas para que los otros puedan saltar por encima del. Los demás participantes se ponen en fila (la línea termina entre estos y el jugador que apanda) y van saltando por orden, cada uno verbalizando una de las frases siguientes, también por orden, y realizando la acción que se marca:
1. A la una, anda la mula. Va corriendo hasta la línea haciendo que salta como una mula, antes de dar el salto definitivo.
2. A las dos, la coz. Mientras salta, le da una coz al que apanda.
3. A las tres, San Andrés. Le da una pequeña culada mientras salta.
4. A las cuatro, maragato. Otra culada.
5. A las cinco, se da un brinco. Da un brinco inmediatamente antes de saltar.
6. A las seis, canto los reyes. Antes de caer al suelo, después de pronunciar la frase, debe cantar “la, la, la...”.
7. A las siete, tiro mi carapuchete. Al estar en el aire, arroja alguna prenda (bufanda, pañuelo...).
8. A las ocho, como pan y bizcocho. Antes de llegar al suelo hay que hacer ademán de meter algo en la boca.
9. A las nueve, ata la mula y bebe. Hace el gesto de beber.
10. A las diez, el través. Salta de lado.
11. A las once, pisa el bronce. Debe quedar, después del salto, con los pies juntos y el cuerpo levantado.
12. A las doce, no responde. Otra culada.
13. A las trece, plantar ajos. Dejar en la espalda del que apanda, sin que caiga, un pañuelo, una hierba, una piedra o algo semejante.
Aquel que pise la línea, pierde y pasa a apandar. Si alguien falla en la acción que le corresponde, pierde y apanda también. Si (circunstancia inusual) se llega al remate del turno sin que nadie pierda, se comienza de nuevo, relevando o no al jugador que apanda segundo esté acordado.
Fue tradicionalmente un juego de inverno, al jugarse en el exterior.
|